Ahí donde los otros ponen excusas, Michael Phelps añade más épica a su imparable trayectoria hacia el pico del Olimpo, en donde ya se pasea como el atleta con más oros olímpicos de la historia del deporte -once-. Ayer, en una matinal memorable en el 'Cubo de Agua', el americano tuvo ración doble de oro. El del 4x200 libre fue un paseo descomunal de los estadounidenses, una victoria tan aparentemente sencilla que le resta valor a la proeza -nadaron en 6:58.56, mientras Spitz y sus colegas establecieron el tope en Múnich con 7:35.78, siendo entonces un tiempazo-. En el 200 mariposa, por contra, la bala de Baltimore tuvo la desgracia de quedarse literalmente ciego por culpa de las gafas, que se le llenaron de agua al colocárselas mal en la salida.
miércoles, 13 de agosto de 2008
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